Desde que escuché por primera vez esta frase, título de una famosa novela de Milan Kundera, me impactó.
Y me impactó porque refleja perfectamente nuestra situación en el Mundo, en la Vida.
Somos tan frágiles que, si lo pensáramos, sería insoportable.
Al tiempo que escribo este "post", la hija de una amiga, con dieciseis años, se encuentra hospitalizada en la U.C.I. con una infección que le está afectando gravemente a los riñones (ya sólo le funciona uno), y está empezando a afectar otros órganos de su cuerpo. Lo peor de todo es que le están haciendo pruebas y más pruebas, aún no saben qué virus le está atacando... y el tiempo corre en su contra.
¡¡ Y esta chica ayer estaba rebosante de salud !! Ha sido esta pasada madrugada cuando ha empezado a sentirse mal, con fiebre alta y fuertes dolores.
En estos momentos te das cuenta de que el día a día, los problemas del trabajo, los disgustos por motivos que creíamos importantísimos... no son nada comparado con la grandeza de estar vivos.
¿ Te has parado a pensar en la línea tan delgada que separa la vida de la muerte ?
Yo he perdido a mi hermana en tres años con un cáncer de mama. Y tenía 50 años. Estaba tan sana como una pera. Qué te voy a contar. La muerte es una cosa cotidiana. Lo mismo enfermas que mañana te matas en un automóvil.
ResponderEliminarLo que he aprendido: vive hoy. Mañana ya se verá.
Hace unos días, precisamene hablé de esa línea delgada. Eso sí, en otro contexto, pero ¿qué diferencia hay?
ResponderEliminarhttp://rediez.blogspot.com/2009/10/inmolar-inmoral.html
La pregunta que hago es: ¿estamos preparados para morir?
Un abrazo.
Si y por esa razón trato de vivir la vida haciendome todos los gustos posibles saludos.
ResponderEliminarYo me he parado a pensar muchas veces en esa línea tan delgada a raíz de una experiencia mía. Desde entonces, siempre trato de vivir el momento y cumplir mis objetivos.
ResponderEliminarAhora no me apetece filosofar sobre la fragilidad y fugacidad de la vida. No tengo cuerpo yo ahora para eso. Sólo quisiera expresar mi deseo sincero de que la hija de tu amiga supere a la mayor brevedad posible y de la mejor manera tan peliagudo trance.
ResponderEliminarSi te paras a pensar ese tipo de cosas no saldríamos de casa. Es ley de vida nacer y morir.
ResponderEliminarEspero que la hija de tu amiga se recupere y todo sea un susto.
Un saludo
Gracias a todos por el ánimo.
ResponderEliminarAdemás, parece que ya está mejorcita.
Recordad: "carpe diem".