No lo conocí en persona, sólo a través de la blogosfera.
Pero no me hizo falta más para apreciarlo.
Ayer me asomé a su "casa" y... ya no estaba.
No pudo ni decirnos un "hasta luego".
...Y es que, maldita sea, no logro acostumbrarme a la Muerte...
Hasta siempre, amigo.
A mí me pasó en l caso de otro bloguero y estas cosas te dejan helado, con mal cuerpo.
ResponderEliminarY tantos otros que simplemente un día dejaran de escribir, sin que nadie sepa a ciencia cierta si se cansaron de hacerlo o no tuvieron tiempo de despedirse, pero claro, ¿quien lo tiene en estos casos?.
ResponderEliminarLa muerte forma parte de la vida, lo que pasa es que no nos han enseñado a aceptarla como algo natural y cosustancial a la propia vida.
ResponderEliminar